Y esto se acaba, no hay vuelta atrás, ya la cuarentena termina, empieza el tiempo del gozo.
No hay que hablar ni escribir más. Disfrute. Y una última recomendación, reserve dos instantes cada día, uno por la mañana, consigo mismo para pensar lo vivido la jornada anterior y su relación directa con nuestro quehacer diario, la vida es una semana pero hay vida tras esa semana. Compártala.
Y el otro momento, reserve unos minutos para ver una cofradía, la que usted quiera, en ese instante en que la tarde luminosa deja paso a la noche. Es el éter mágico y eléctrico que nos envuelve y protege. Eso no lo va a encontrar en ningun otro lado.